
Gritaban:
sin ir a ninguna parte a ningún espacio a ningún reloj.
Una sinfonía resquebrajada
pedazos de una música rota y absurda
un desperdicio de voces
en una encrucijada.
Corrían:
cuerpos informes y enmarañados
en una loca carrera
hacia la nada.
Hacia el paredón de imposibles.
Hacia el pozo del olvido.
Hacia la triste alcantarilla
donde se ahogaron sus sueños.